De la historia de Gurdjieff conocemos todo y nada. El dió a conocer un antiquísimo conocimiento que luego fue conocido como "El cuarto camino" o "El camino del hombre ladino". Y desarrolló técnicas para "despertar" al hombre "dormido" a través del "trabajo" sobre uno mismo. Estas "nuevas ideas" revolucionaron los conceptos que hasta entonces existían de las ciencias, del misticismo y del sentido del hombre en el universo. Algunos sostienen que fue un charlatán y otros que fue "la figura más valiosa, más completa y directamente representativa de nuestro tiempo" (Peter Brook).
Este avatar de la conciencia, nos legó las danzas y el Eneagrama, son algunas de las herramientas de su impactante cosmogonía.
